Ubicado en la última planta de una elegante finca regia de 1900, recién restaurada, este piso se alza sobre el Eixample con unas vistas privilegiadas a la Sagrada Familia, el emblema inconfundible de Barcelona. Con 166 m² llenos de luz, la vivienda ha sido rediseñada por un proyecto de interiorismo que realza su carácter original y combina techos de 3,30 m de altura, vigas de hierro vistas y suelos de roble natural, creando un ambiente cálido y sofisticado.
El corazón de la casa es un gran salón-comedor con cocina abierta, dos balcones y una panorámica única sobre la ciudad. La cocina, equipada con electrodomésticos Bosch y mobiliario de diseño, invita a disfrutar y compartir momentos inolvidables.
La zona de noche ofrece una master suite con vestidor y baño privado, una segunda suite, un dormitorio doble y otro individual, ideal como despacho o cuarto de invitados. Los tres baños, acabados en porcelánico italiano, destacan por su estilo elegante y funcionalidad.
Pensado para ofrecer el máximo confort, el piso dispone de aire acondicionado por conductos Mitsubishi con control independiente en cada estancia, calefacción con caldera Bosch y radiadores de diseño, además de armarios empotrados y soluciones a medida. El mosaico hidráulico original en la entrada y pasillo añade un toque de autenticidad y homenajea la tradición modernista catalana.
Con un precio este piso no es solo una vivienda, sino una forma de vivir Barcelona con estilo, historia y vistas inigualables. Un espacio único para quienes buscan disfrutar cada día de la energía creativa y el encanto incomparable de la ciudad.